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miércoles, 30 de marzo de 2011

Sé tan poquito de la vida y a la vez tanto... Tal vez no tenga la experiencia de mi abuela, ni siquiera puedo aun alcanzar la de mi madre... Pero con la poca que tengo me basta para comprender ciertas cosas... Como que no todos vivimos en la riqueza, pero cuándo estamos tristes, una sonrisa amiga nos hace más felices que mil objetos caros... También pude apreciar la superficialidad y la falta de sentimientos de alguna gente... Que hay demasiada gente traicionera que el final resulta no ser tu amiga... Las crueles discriminaciones de la sociedad por los gustos, el sexo o el color de las personas...
Por eso yo tengo ese sueño... El de volver a mi infancia en la cuál con unas chucherías éramos los más felices, en la que todos podíamos ser amigos de todo y nos ayudábamos mutuamente... La infancia en la cuál el problema más grave era haberte peleado con tu mejor amiga y la más grande duda era como vestir a tu muñequita el día de hoy.
Deseo retroceder, volver atrás, y observar el mundo de los grandes desde aquellos ojitos que lo veían color de rosa, y con aquellas ansias de crecer para vivir en primera persona esa maravilla.

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