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miércoles, 30 de marzo de 2011

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Sentir como golpea la lluvia en tu espalda mientras caminas por una calle vacía, sentir como la inspiración previamente surgida en tu cabeza, se va deslizando hasta los dedos, y los dejas fluir libremente por el teclado, sentir una sonrisa del chico que te gusta y aferrarte a ella como si no hubiera mañana, sentir como te va venciendo el sueño ya tumbada en la cama esperando a que te venza totalmente, sentir la letra de una canción en lo más hondo mientras lloras abrazada a tus rodillas, oír la risa de tu mejor amiga, a la vez que la tuya, y sentir que ese momento no lo vas a olvidar en la vida, sentir el cuerpo encogido de tu sobrino recién nacido en tus brazos mientras intentas contener la emoción, sentir la alegría y el orgullo de tus padres cuando le enseñas el diploma como que has terminado la carrera, sentir la brisa en la cara mientras caminas a orillas de la playa, cuando el agua te moja los pies, caminando bajo un sol de Mediterráneo.
SENTIR, se pueden sentir tantas cosas, buenas y malas, pero al fin y al cabo, siempre quedan las buenas. Y por esas cosas buenas, que hay millones y millones aunque a veces no lo parezca, merece la pena luchar, y VIVIR.

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